El masaje tailandés es una forma tradicional de masaje terapéutico que se ha practicado en Tailandia durante miles de años. Se cree que la técnica se originó en la India durante la época de Buda y luego se extendió a Asia, donde evolucionó en lo que actualmente se conoce como masaje tailandés.
Actualmente, el masaje tailandés se considera la forma más popular de medicina alternativa practicada en Tailandia. La técnica está reconocida y regulada por el gobierno tailandés, y muchos estudios han encontrado evidencia que muestra claros beneficios para la salud y el bienestar del masaje tailandés.
El masaje tailandés comparte algunas características con las técnicas de masaje occidentales, como el masaje sueco. Por ejemplo, el terapeuta utiliza sus manos para acariciar y presionar la piel y para aflojar los músculos tensos. Pero a diferencia del masaje occidental, el masaje tailandés también implica manipulación y estiramiento del cuerpo, incluida la colocación del cuerpo en posturas similares al yoga. El terapeuta también utiliza su propio peso corporal para aplicar presión terapéutica.
Además, a diferencia del masaje occidental donde los masajes a menudo se realizan en una camilla de masaje, en el masaje tailandés, el masaje se realiza en una colchoneta en el suelo. En otras formas de masaje, la persona que recibe el masaje puede quitarse la ropa durante el masaje, pero durante el masaje tailandés, la persona permanece vestida.
El masaje tailandés se basa en el concepto de que el cuerpo tiene 10 líneas principales de energía llamadas líneas sen. Estas líneas son cómo la energía se mueve y se transmite por todo el cuerpo. La idea es que cuando el flujo de energía está bloqueado, puede resultar en disfunción corporal, malestar y dolor.
El masaje tailandés se centra en abrir y liberar energía entre estas líneas de energía a través de tres métodos principales:
